Fue entrevistado por José Luis Benlloch.
En el salón de actos del Colegio Oficial de Médicos de Valencia y organizado por la Asabaf (Asociación de Abonados y Aficionados de Valencia), tuvo lugar el pasado día 29 un interesante mano a mano entre el presidente de la plaza de toros de Bilbao, Matías González y el periodista y director de la revista Aplausos, José Luis Benlloch.
Tras unas palabras de bienvenida del presidente de Asabaf, Rafael Roca, quien trazó una minuciosa biografía de Matías González, José Luis Benlloch expuso las razones que habían concurrido para invitar al carismático presidente taurino.
A la batería de preguntas que le formuló Benlloch, González entre otras cosas manifestó que anteponía su condición de aficionado a cualquier otra faceta.
"No busco popularidad ni protagonismo en ningún momento -aseguró González- sino que sólo pretendo hacer cumplir el reglamento según mis criterios".
"Sé que se me tacha de cicatero en la concesión de trofeos, pero mi actitud obedece a que ante grandes faenas, antepongo la ejecución y donde queda situado el estoque en la suerte suprema".
"Durante 16 años como presidente -añadió Matías- tan sólo he concedido dos orejas en un toro en cuatro ocasiones. Dos a El Juli, una a El Cid y otra a Ponce. Estas son las únicas veces que los toreros han podido salir por la Puerta Grande, pues en Bilbao es preciso un doble trofeo en un toro para salir en hombros".
"Pero, insisto, soy consciente de que ha habido grandes e importantes faenas que merecían las dos orejas, pero algunas imprecisiones con la espada me obligaron a no conceder la segunda oreja".
Matías González señaló que los ocho o nueve días que dura la feria de Bilbao suponen una tensión extrema. "No sé si sería capaz de aguantar un festejo más. Acabo agotado de los nervios".
"Lo de menos son las dos horas que estoy en el palco. Los grandes problemas surgen antes de comenzar el festejo. Por eso soy eternamente feliz cuando presencio corridas en otras plazas, donde asisto como un espectador más".
Al término de la reunión Benlloch invitó al público asistente a que formulasen las preguntas que considerasen oportunas. Cuestiones que fueron oportunamente contestadas por Matías González.
Seguidamente tuvo lugar la tradicional cena de confraternidad entre los socios de Asabaf, que como es habitual fue una manifestación gastronómica extraordinaria por su cantidad y calidad.
Por Francisco Picó / Avance Taurino 30/10/2010
Fotografía : Paco Ferrís
En el salón de actos del Colegio Oficial de Médicos de Valencia y organizado por la Asabaf (Asociación de Abonados y Aficionados de Valencia), tuvo lugar el pasado día 29 un interesante mano a mano entre el presidente de la plaza de toros de Bilbao, Matías González y el periodista y director de la revista Aplausos, José Luis Benlloch.Tras unas palabras de bienvenida del presidente de Asabaf, Rafael Roca, quien trazó una minuciosa biografía de Matías González, José Luis Benlloch expuso las razones que habían concurrido para invitar al carismático presidente taurino.
A la batería de preguntas que le formuló Benlloch, González entre otras cosas manifestó que anteponía su condición de aficionado a cualquier otra faceta.
"No busco popularidad ni protagonismo en ningún momento -aseguró González- sino que sólo pretendo hacer cumplir el reglamento según mis criterios".
"Sé que se me tacha de cicatero en la concesión de trofeos, pero mi actitud obedece a que ante grandes faenas, antepongo la ejecución y donde queda situado el estoque en la suerte suprema".
"Durante 16 años como presidente -añadió Matías- tan sólo he concedido dos orejas en un toro en cuatro ocasiones. Dos a El Juli, una a El Cid y otra a Ponce. Estas son las únicas veces que los toreros han podido salir por la Puerta Grande, pues en Bilbao es preciso un doble trofeo en un toro para salir en hombros".
"Pero, insisto, soy consciente de que ha habido grandes e importantes faenas que merecían las dos orejas, pero algunas imprecisiones con la espada me obligaron a no conceder la segunda oreja".
Matías González señaló que los ocho o nueve días que dura la feria de Bilbao suponen una tensión extrema. "No sé si sería capaz de aguantar un festejo más. Acabo agotado de los nervios".
"Lo de menos son las dos horas que estoy en el palco. Los grandes problemas surgen antes de comenzar el festejo. Por eso soy eternamente feliz cuando presencio corridas en otras plazas, donde asisto como un espectador más".
Al término de la reunión Benlloch invitó al público asistente a que formulasen las preguntas que considerasen oportunas. Cuestiones que fueron oportunamente contestadas por Matías González.
Seguidamente tuvo lugar la tradicional cena de confraternidad entre los socios de Asabaf, que como es habitual fue una manifestación gastronómica extraordinaria por su cantidad y calidad.
Por Francisco Picó / Avance Taurino 30/10/2010
Fotografía : Paco Ferrís