Chiva se vuelca con Ponce.

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La localidad valenciana de Chiva se volcó con su torero en la inauguración del monumento con el que este pueblo ha querido rendir homenaje al maestro valenciano. Enrique Ponce demostró ser profeta en su tierra al ser acompañado por una auténtica multitud en la inauguración de su monumento. Miles de chivanos y numeros aficionados llegados de distintos lugares de toda Valencia y España participaron en una jornada memorable.

El escenario escogido para este evento fue teatro Astoria donde el escritor Juan Manuel de Prada hizo las delicias de las más de mil personas que abarrotaron el Teatro con una conferencia titulada ‘El torero como héroe popular y literario’. De Prada ofreció una interesante visión del torero como héroe, defendió la Tauromaquia como cultura y para terminar se centró en la figura de Ponce, destacando cualidades como su perseverancia, su afición, su arte y el romance que sigue teniendo con la Tauromaquia después de 20 años de alternativa.

Este acto fue introducido por Paco Villaverde, coordinador del ‘Año Ponce’, que se encargó de glosar las numerosas actividades culturales que se han realizado y a las que han asistido en total más de 5.000 personas. Enrique Ponce afirmaba al finalizar la jornada: “Ha sido muy emocionante ver a todo el pueblo entregado conmigo. Les estaré eternamente agradecido por esto. Ha sido bonito vivirlo junto a mi familia, y en especial por el abuelo, que ha podido disfrutar de todo esto y lo ha hecho como ninguno”.

Posteriormente, en la plaza que lleva su nombre se descubrió el bronce dedicado a Enrique Ponce. Asistieron
autoridades como el alcalde de Chiva, José Manuel Haro, el diputado de Asuntos Taurinos de Valencia, Isidro Prieto, y el presidente del Consejo Jurídico Consultivo de la Generalitat Valenciana, Vicente Garrido, entre otros.

La escultura, que fue bendecida por Daniel Juan, párroco de esta localidad, es obra del artista valenciano Manuel Rodríguez Vázquez y representa al torero en un cite frontal con la muleta plegada en la mano izquierda, justo antes de iniciar el muletazo denominado ‘cartucho’, habitual en el repertorio de Ponce. El monumento mide dos metros de altura, está elevado sobre una peana de mármol y rodeado por una fuente con forma de capote.

La estatua está bajo la advocación de la Virgen del Castillo, cuyo retablo presidirá, junto al torero, uno de los rincones más representativos de la ciudad.
Imágenes: Paco Ferrís