Valencia (3ª de fallas), Arturo Macías y Miguel Tendero, heridos en Valencia.

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Valencia, sábado 13 de marzo. 3ª feria de fallas. Media plaza.

Cuatro toros de Valdefresno y dos, 3º y 4º, de hermanos Fraile. Correctos de presencia. El primero fue muy bravo en la muleta.

Juan Bautista, vuelta tras petición y oreja.
Arturo Macías, saludos tras dos avisos y oreja.
Miguel Tendero, saludos tras aviso en el único que mató.

En las cuadrillas destacaron Curro Robles que se desmonteró tras banderillear al primero.

Valencia (Esp.).- Juan Bautista y el mexicano Arturo Macías, que se presentaba en España han cortado dos orejas de distinto peso a un interesante encierro de Valdefresno. Tanto el diestro azteca como el joven Miguel Tendero resultaron cogidos, por fortuna sin graves consecuencias.



Si alguien salió bien parado ayer de Valencia ése fue Juan Bautista. El francés fue agraciado con el mejor toro de lo que llevamos de feria. Un encast
ado e incansable primero, que no supo aprovechar en su totalidad y con el que se perdió en un trasteo insulso y carente de la garra que sí puso el valdefresno. Al buen cuarto, un ejemplar humillado y obediente, lo pasó correctamente de muleta por ambos pitones pero perdiéndole muchos pasos y dejándose enganchar demasiado. La oreja, más que a triunfo, supo a premio de consolación.





El mexicano Arturo Macías, que se tiró a matar o a morir en el quinto, ha cobrado una espectacular voltereta en Valencia de la que, por fortuna, no ha salido herido de gravedad. Justo después de enterrar la espada hasta la empuñadura, el toro lo prendió por la taleguilla en el derrote posterior y zarandeó al torero de Aguascalientes, que se libró luego en el suelo.

Macías, que pasó después a la enfermería con una cornada que parece no revestir gravedad, continuó con la taleguilla hecha jirones hasta que el animal cayó. Se le pidió la oreja y la concedió el palco, después de una faena de voluntad y tesón a un toro deslucido que completó, con el segundo, el peor lote de la corrida de Valdefresno.


Miguel Tendero cuajó una gran faena al tercero, toro de dulce, noble y con fijeza, un punto mansurrón pero embistiendo al ralentí, perfecto para que el torero le pegara los mejores muletazos de la tarde, largos y con ritmo, despaciosos y profundos, de exquisito trazo. Faena también muy medida, siempre a la velocidad que demandaba el toro, dándole los tiempos y desahogos precisos para que la labor fuera siempre a más. Toreó del bueno por los dos pitones, pero, una vez más, cuando mejor estaba el torero, se le cruzó la espada, malogrando un más que seguro triunfo. Con el sexto llegó lo peor. Un descuido en la apertura de faena hizo que el toro volteara a Tendero, pisándole el tobillo izquierdo, y corneándole en la zona lumbar, impidiéndole continuar la lidia. Bautista se hizo cargo del astado, al que lidió de forma correcta.

Imágenes: Paco Ferrís