Valencia ( 5ª de fallas ), Puerta Grande para césar Jiménez en Valencia.

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Valencia, lunes 15 de marzo. 5ª feria de fallas. Más de media plaza .

Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, manejables en conjunto. Destacó el 1º, con una profundida embestida, y el 6º.


César Jiménez, oreja tras aviso en ambos.
Matías Tejela, saludos y silencio.
Luis Bolívar, saludos tras aviso y silencio tras aviso.

Jiménez ha vuelto a reivindicarse en el coso de la calle de Játiva, su plaza talismán, con una importante actuación de dos orejas, una a cada toro de su lote, y la correspondiente Puerta Grande, hoy, en el quinto festejo de la Feria de Fallas.

Valencia ha sido "su" plaza de siempre, donde ha salido a hombros prácticamente tantas veces como se ha visto anunciado desde que tomó la alternativa. Hace un año que se rompió la racha, coincidiendo con lo que puede interpretarse el momento más bajo de su carrera. Pero hoy César Jiménez ha vuelto por sus fueros. Y eso que tardó en cogerle el aire a sus dos toros, que dicho sea de paso tampoco fueron nada fáciles. Tanto que no es aventurado asegurar que el primer trofeo que paseó en la tarde fue algo inesperado. El primer "Fuente Ymbro" iba y venía, como sucedería prácticamente con toda la corrida. Mas le faltaba eso que llaman clase, algo tan importante en los toros para poder hacer con ellos el toreo bueno. No era fácil la papeleta, y finalmente Jiménez no resolvió del todo.

Hubo muletazos sueltos, algunos de buen corte, pero faltó compás y sinceridad en la faena. No hubo unidad. También demasiado larga, hasta el punto de sonar un aviso antes de montar la espada. Y la estocada no estaba en su sitio.
Demasiadas cosas en contra. Pero le dieron la oreja, y punto. ¿Triunfo de rebufo por lo que significa su pasado aquí? Puede ser. Aunque lo verdaderamente notable que cuenta en el haber de César Jiménez hoy fue su actuación frente al cuarto. No hubo nada de particular con el capote, sin llegar a ponerse de acuerdo toro y torero en este primer tercio. En cambio, la faena de muleta tuvo primor y firmeza, resultó honda y sentida. Faena meritoria, también teniendo en cuenta la condición del toro, berreón, sin dejar de protestar. Jiménez lo afianzó dándole sus desahogos. Le esperó, "enganchándole" por delante, y llevándole siempre muy toreado. Faena a más, que es virtud que cuenta también mucho. Muy sincronizado el toreo a derechas sobre la base del temple. Y mejor todavía al natural. Hubo muletazos de mucho sabor y hondura. Adornos finales también de verdadero primor. Un cambio de mano, lentísimo, tuvo mucho "ángel". De la estocada, en todo lo alto, salió el toro sin puntilla. Le pidieron con fuerza las dos orejas, sin embargo, el presidente, generoso de más en el anterior, ahora en plan cicatero, le dio sólo un trofeo. Muy bien César Jiménez. Su carrera vuelve a ganar crédito, como siempre, a partir de Valencia.




Tejela tuvo un lote a contra estilo. Le faltó humillar a su primero, que aún siendo mejor por el lado derecho tampoco llegó a "romper". Nervioso y poco asentado, el trasteo de Tejela no tuvo apenas ritmo como dicen ahora. Y peor aún frente al quinto, un toro bruto que le sorprendió varias veces por su propia desconfianza y falta de ilusión.






Bolivar fue otro al que no le llegó la inspiración. Con la disculpa de que su astifino primero no se empleaba lo suficiente, sin embargo, él estuvo despegado y al aire del toro, que remataba los viajes con la cara por las nubes.
No terminó de encontrarse a sí mismo el colombiano, ni en el tercero ni en el sexto.
Definitivamente Bolívar perdió la oportunidad más clara de la tarde en el toro que cerró corrida.
Fue la excepción del deslucido encierro. Por fijeza y prontitud, por su forma de desplazarse, largo y humillado. El mejor toro con diferencia, el único que "empujó" los engaños con estilo y por abajo. No fue capaz Bolívar, que abusó de "los toques" y las contorsiones. Acelerado, "toreando" con la voz. Le faltó sosiego, naturalidad. Ni compromiso ni capacidad para plantear la faena adecuada. Fracaso sin paliativos.

Fuente : EFE
Imágenes: Paco Ferrís