Valencia (4ª de fallas), El Fandi salvó una tarde fría y aburrida.

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Valencia, domingo 14 de marzo. 4ª feria de fallas. Más de tres cuartos

Tres toros de Carmen Lorenzo (1º, 4º y 5º). Un sobrero de Yerbabuena (2º). San Pelayo (3º) y San Mateo (6º). Desiguales de presentación y juego. Destacaron 1º y 6º, manejables.

Jesulín de Ubrique, silencio tras aviso y saludos tras aviso.
Manuel Díaz 'El Cordobés', silencio en ambos.
David Fandila 'El Fandi', oreja tras aviso y oreja tras aviso

Valencia (Esp.).- Jesulín de Ubrique, muy desconfiado, desaprovechó dos toros con clase y fuerzas justas. El Cordobés pasó sin pena ni gloria. Ni tan siquiera intentó explotar los recursos de su personalidad. ¡Qué aburrimiento!

El Fandi saludó al tercero, con el hierro de San Pelayo, con dos largas cambiadas que pusieron en pie al público. Después ofreció su espectacular tercio de banderillas para continuar su actuación iniciando el tercio de muleta de rodillas y desde los medios. El toro tuvo un mejor pitón izquierdo y por ahí exprimió el granadino las virtudes de su oponente. Los molinetes, también de rodillas, fueron preludio a una gran estocada que necesitó de un golpe de descabello. Al sextó procuró buscarle las vueltas pues si bien era un toro que se movía empezó con una embestida para nada franca. El Fandi hizo gala de su oficio y apostó por un toro que acabó humillando y a más. Y para rematar, volvió a ser un cañón con la espada, asegurando de esta forma la Puerta Grande, la primera de la presente Feria de Fallas.

El primer toro, de Carmen Lorenzo, no estuvo sobrado de fuerzas. Tras quedarse muy corto en el capote de Jesulín de Ubrique, mostró un buen pitón izquierdo en la muleta de su lidiador, que extrajo naturales limpios y fáciles. Por el pitón contrario el astado fue probón y obligó a un esfuerzo a Jesulín, que no estuvo acertado con los aceros. El cuarto fue un toro que si bien mostraba una falta flagrante de fuerzas sí tuvo otras virtudes como la clase y calidad en la embestida. Jesulín de Ubrique no se aburrió con él, sabiendo dar a su oponente tiempo y distancia para levantar dicha faena en la parte final, lo que le valió para saludar una ovación.


Hizo segundo un toro feo de hechuras de San Pelayo, cuya mansedumbre provocó muchas dificultades a la cuadrilla de El Cordobés a la hora de intentar lidiarlo en los primeros compases de la faena. Ante las protestas del público al iniciarse el tercio de varas, el Presidente del festejo decidió sustituirlo por un sobrero de Yerbabuena, serio, bien armado, que recibió un excesivo castigo de varas. Apretó hacia los adentros en banderillas para llegar muy parado a la muleta de El Cordobés, que lo intentó sin resultado, estando certero con la espada. El quinto, de Carmen Lorenzo, tampoco dio muchas más opciones al diestro de Arganda del Rey, lo que sin embargo no impidió que mostrara su voluntad y sus ganas de agradar.

Imágenes: Paco Ferrís